El aprendizaje escolar
Si nos detenemos a analizar el aprendizaje en la escuela, podemos observar los múltiples entrecruzamientos que intervienen en este contexto.
El gráfico (al que seguramente pueden agregarse más elementos) muestra la complejidad que implica aprender en la escuela. A continuación presentamos algunos análisis posibles del aprendizaje en el contexto escolar:
- Aprender en la escuela implica aprender un conocimiento fuera de su contexto de producción y de uso: Jerome Bruner (1988) explica que en la escuela se enseña y aprende un conocimiento descontextualizado. En las sociedades primitivas, antes de institucionalizarse la escuela, el aprendizaje ocurría en el mismo contexto en que se utilizaría el contenido aprendido. En cambio, en las sociedades más complejas, surge la escuela como institución encargada de transmitir el conocimiento, de modo que el aprendizaje se desvincula del contexto en que ha surgido determinado conocimiento. Esta es quizás una de las diferencias más obvias entre el aprendizaje escolar y el aprendizaje en contextos informales. No se trata de un “problema”, sino de un rasgo inherente a la escuela. Los docentes podemos manejar mejor o peor esta característica del conocimiento escolar, pero no la podemos eliminar.
- Aprender en la escuela implica ser objeto de expectativas por parte de los docentes: Carina Kaplan (1997) explica que las representaciones de los docentes acerca de la inteligencia y capacidades de los alumnos, incluso aunque no sean explicitadas, tienen un efecto en el aprendizaje y en el rendimiento de estos, porque actúan como una profecía de autocumplimiento. Las representaciones del docente acerca de lo que puede y no puede cada estudiante se actualizan en sus interacciones con cada uno de ellos, y se proyectan sobre las expectativas de logro y, luego, sobre los resultados que alcanzan.
- Aprender en la escuela implica saber manejarse en la cultura escolar, dominar el curriculum oculto y el oficio de alumno: Perrenoud (1990) afirma: “Lo que deben aprender los alumnos de acuerdo con los objetivos generales de la enseñanza encubre, en parte lo que deben aprender para mantener durante nueve años o más su papel dentro de la organización escolar para desempeñar adecuadamente su ‘oficio’” (op.cit., p. 219).
Bibliografía:
- Bruner, J. (1988). Consideraciones sobre la reforma escolar. En Desarrollo Cognitivo y Educación. Madrid, España: Morata.
- Kaplan, C. (1997) La inteligencia escolarizada. Un estudio de las representaciones sociales de los maestros sobre la inteligencia de los alumnos y su eficacia simbólica. Buenos Aires, Argentina: Miño y Dávila.
- Perrenoud, Ph. (1990.) La construcción del éxito y del fracaso escolar. Madrid, España: Morata.
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